Grietas de creatividad

Grietas de creatividad

Comenzar con un post hablando sobre propósitos de año nuevo creo que es lo peor que se puede hacer. Sí, se que hablar sobre propósitos a 22 de enero no es ir por el buen camino, pero eh, aún es enero, ¿no?

En un par de meses quedará para la posteridad en internet que soy esa clase de persona que no los cumple. Y es que como todos los años, me propongo escribir. No sé cada cuanto ni de qué, pero escribir es algo que debería hacer todo el mundo.

Me he cansado de pensar ideas locas y empezar con proyectos más grandes de lo que soy capaz de ofrecerles en este momento y me he dado cuenta de que escribir me llena mucho más y sólo depende de mi.

Pero elegir sobre qué escribir es difícil. Llevo dandole vueltas todo el mes y no encuentro nada que me arañe las entrañas. Porque sí, escribir me llena, pero sólo cuando escribo cosas que realmente me importan.

Así que como no sabía de qué escribir he acabado reflexionando sobre la raíz de esta falta de creatividad y creo que he dado con ella.

Llevo un año de cambios, pero los cambios no son el problema. A los cambios te adaptas y te hacen crecer por dentro. El problema es el estar de aquí para allá sin tener un lugar al que llamar casa. Un lugar en el que sentirse en tu zona de confort.

Dicen que la magia sucede cuando sales de la zona de confort. Pero sinceramente, y siempre desde mi experiencia, creo que no es así.

Necesitas conocer la cueva para saber de dónde vine la luz y dónde se proyectan las sombras.

Y después de esta reflexión platónica prometo con la mano sobre el resto de mis artículos que este año voy a procrastinator menos y escribir más.