Broadchurch y las series británicas
Últimamente andamos muy enganchados a las series inglesas. Tienen la frescura y la provocación que a perdido el mercado americano.
Presentan situaciones que por la moralidad de este último sería difícil encontrar en la parrilla. Series como Skins, Misfits, Black Mirror… nos introducen en un mundo sin inhibiciones, con ese punto de locura que tanto nos hace disfrutar.
Como bien comenta Rafael Marín en su blog, podríamos comparar las series británicas con una novela, donde en un escaso número de capítulos nos presentan una historia cerrada con todas las piezas en su lugar, mientras que la ficción estadounidense sería más el típico folletín por capítulos, donde los personajes se enfrentan a las mismas situaciones una y otra vez y donde la trama se queda estancada aborreciendo al espectador y haciendo que abandone.
¿Quién no ha empezado a ver un capítulo de El Mentalista o CSI y ha dicho: “ese es el asesino, no se porque ni me importa pero se que es él”?
Broadchurch triunfa donde este tipo de series fracasa. Nos plantea una trama que podría pertenecer a cualquiera de estas series: Un niño de 11 años es hallado muerto en la playa de Broadchurch.
Un investigador de capa caída (el siempre genial David Tennant) llega al pueblo y deberá encargarse de la investigación por mucho que esto le pese.
Capítulo a capítulo veremos como todo el pueblo queda al descubierto cuando sus secretos van saliendo a la luz. Sospecharemos de todos y cada uno de sus habitantes, no sin razón. Y finalmente descubriremos que el asesino es quien menos lo esperamos.
Es tal la crudeza que queda retratada en esta serie. Desde la madre que ha perdido a su hija (genial Jodie Whittaker, los pelos de punta), el padre de familia cansado de la rutina de su vida, la presión que puede ejercer la prensa y como todo un pueblo puede sucumbir a ella, y la traición.
Si hay algo que me gusta de una historia es que no acabe con la resolución del problema que nos plantea. Las buenas historias van un poco más allá. Nos muestran que ha sido de los personajes y como les a afectado lo que han vivido.
Broadchurch lo hace. Podía haberse contentado con darnos el asesino, pero no. Intenta buscar una explicación a tan despreciable acto y como los personajes intentan sobreponerse viviendo sus vidas en un pueblo que nunca será el mismo.
Un genial descubrimiento de esta temporada. Estaremos atentos a ver como evoluciona esta genial serie y el resto de la ficción británica. Y que sigan manteniendo esta capacidad de sorprendernos durante mucho tiempo.